¿Porqué no somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos? ¿Porqué los niños aprender con facilidad cualquier cosa que se propongan? ¿Porqué en las empresas se nos acumula el trabajo de forma muy habitual?

No voy a pretender daros la receta mágica, pero si una clave con la que todos nacemos y que hemos dejado de poner en práctica, unos más y otros menos: «No conseguimos nuestros objetivos personales y empresariales porque no hacemos nada para conseguirlos«.

Que levante la mano, el que en mayor o menor medida no retrase gran cantidad de acciones para conseguir algo que desea. El día a día, la cultura empresarial, la excesiva organización/planificación, etc, hacen que retrasemos una y otra vez todas las acciones que nos llevarían hacia nuestros objetivos.

Cuantas veces te has dicho a ti mismo: Cuando llegue el fin de semana haré…, en el puente de vacaciones voy a hacer…, en vacaciones de verano sacaré adelante…., dentro de dos años voy a tener o a ser…, etc. Algunos incluso ya se les oye decir: «Cuando me jubile voy a hacer todo aquello que siempre he deseado».

Tenemos que darnos cuenta de que la vida es lo que transcurre mientras tomamos decisiones. Debemos dejar de retrasar todo aquelllo con lo que disfrutamos y que nos conduce hasta nuestros objetivos deseados.

Después de tener un sueño, una ilusión, una idea, un objetivo de negocio, etc, tan solo hay que ponerle un plazo para intentar conseguirla y hacer algo todos los días para llegar a ello.

Suelen decir que si quieres construir un muro tan solo tienes que poner un ladrillo todos los días y al final sin darte cuenta y prácticamente sin retrasar nada y sin tener momentos de agobio te encontrarás que tienes un muro construido. Esto se puede aplicar a cualquier objetivo personal o profesional.

Si quieres cambiar de casa deberás cada día hacer alguna gestión para ello: una llamada para realizar una visita, una búsqueda en Internet para ver casas de tu gusto, una repaso a la valoración económica de la operación a realizar, etc. Si quieres escribir un libro deberás cada día escribir al menos una página del mismo. Si quieres aumentar las ventas dentro de un área de negocio de tu empresa deberás cada día de realizar un número determinado de contactos. Y así con cualquier objetivo que quieras conseguir,.

La mala noticia es que determinar tu sueño, tu ilusión, tu idea, tu objetivo de negocio, etc es relativamente sencillo en comparación con el tener que realizar todos los días una acción para conseguirlo.

Yo te recomiendo fijarlo en tu calendario personal/profesional y determinar una hora del día en la que realizarás la acción diaria para conseguir tu objetivo. Es curioso pero tenemos todos los calendarios rellenos de actividades profesionales pero ninguna actividad personal o actividad que nos conduzca hacia lo que realmente deseamos. Si llevas a cabo esto, podrás fallar en la temporalidad que hayas determinado para la consecución del objetivo, pero ten por seguro que lo lograrás.

¿Conoceis algún niño que sin ningún problema específico no ande, o que no hable el idioma que hablan sus padres, o que no coma sólo? Aunque pueda parecer algo elemental, de niños cada día damos un pequeño pasito para alcanzar nuestro objetivo; poder caminar y correr como os demás, hablar para relacionarnos con los demás, desenvolvernos de forma autónoma, etc.

Si trabajas para ello, prácticamente todo se consigue.