Aprendiendo de los mejores films: American History  X, 1998

¿Cuántas veces al entrar a trabajar saludas a alguien diciendo?: “Buenos días” y recibes respuestas como: “Buenos días serán para ti”, “Cómo puedes decir que son buenos días con lo mal que va la empresa” o “Conociendo los problemas que hay hoy en día como puedes pensar que son buenos días”. Hay personas limitantes que con estas simples acciones o peores trasladan ese malestar y a veces cabreo al resto de los compañeros. Algunas veces lo transforman en verdadero odio empresarial.

Tomas Abraham decía: “El odio es la muerte del pensamiento”. Cualquier pensamiento negativo penaliza tres veces más que cualquier pensamiento positivo. El odio además nos otorga cualidades de cobardía al sentirnos intimidados por las situaciones y el entorno, y es con ese odio con el que queremos ocultar dicha cobardía. Sólo la gestión de mismo nos permitirá controlar cualquier tipo de situación en la que el odio este presente.