Es curioso que cuando preguntas quién quiere realizar algún cambio en su vida, bien sea en el ámbito profesional o bien en el ámbito personal, prácticamente el 100% de las personas lo quieren realizar. Esto es normal porque todos tenemos sueños, esperanzas o ilusiones por mejorar. Unos más que otros, pero todos tenemos. Sin embargo cuando a esas mismas personas se les pregunta sobre quién quiere cambiar, el porcentaje de personas que quieren cambiar desciende drásticamente acercándose peligrosamente al 0%.

Es curioso lo del cambio. Todos queremos cambiar algo en nuestras vidas, pero nosotros no queremos cambiar. Yo suelo preguntar a veces si tenemos claro si somos  Crogmañones o Neanderthales. Por dar alguna pista, los Neanderthales eran altos, fuertes, musculados y fibrosos, cazaban con enorme facilidad y tenían incluso un cerebro grande con enormes posibilidades de desarrollo en el proceso evolutivo. Los Crogmañones sin embargo eran más bien pequeños, poco musculados, tenían problemas para la caza y posían un cerebro más pequeño y por tanto con menos posibilidades de evolución frente a los Neanderthales .

¿Quienes somos nosotros? Los Crogmañones, es decir, los flojillos de la escala evolutiva. Sí, los mierdecillas. Los Neanderthales, sin embargo,  desaparecieron de la faz de la tierra y nos quedamos nostros para hacer de la tierra un mundo mejor. Sin embargo, a pesar de ser los flojillos, teníamos algo muy bueno, algo que los Neanderthales no poseían. Eramos capaces de adaptarnos a los cambios. Y por eso sobrevivimos. Cuando hacía frio haciamos cabañas para protegernos, cuando descendía la caza nos trasladamos de lugar en busca de una zona con mayor cantidad de presas, etc. Sin embargo los Neanderthales murieron de hambre, de frio, etc por no saber adaptarse a los cambios.

Pero a pesar de sobrevivir por ser los mejores en adaptarnos a los cambios, no queremos cambiar. La comodidad de la zona de confort nos ha generado a los Crogmañones actuales 3 grupos de enfermedades, relacionadas con las excusas para no cambiar, muy graves y preocupantes. En muchas empresas se palpa a diario la dificultad de adaptarse a los cambio y de provocar procesos que cambien las situaciones actuales a mejor.

Ya lo dijo después también un tal Charles Darwin: «No sobreviven los más fuertes, ni las más rápidas, ni los más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio»

Imposibilitis:
Dentro de esta enfermedad para no saber provocar cambios y adaptarse a ellos están el: «Es muy difícil», «No lo vamos a conseguir», «He oído que es imposible», etc.
¿porque vemos siempre el cambio como una imposibilidad y no lo vemos como una posibilidad de cambiar a mejor?. Simplemente con la transformación de esta visión nos curaríamos en parte de esta enfermedad para no afrontar el cambio y poder producir mejoras en las empresas y en nuestra vida.

Culpabilitis:
Dentro de esta enfermedad para no saber provocar cambios y adaptarse a ellos están el: «La empresa no me lo va a permitir», «Fulanito me lo va a impedir», etc. Es un deporte nacional el antes de empezar algo ponerse una autoexcusa culpabilizando a los demás de algo que me va a requerir un esfuerzo, como es en este caso el cambio. Muchas veces no iniciamos procesos de cambio porque es más fácil culpabilizar a terceros. El cambio depende de uno mismo. En cambio en las empresas empieza por cada una de las personas que trabajan en ella. No esperes a que nadie cambie por ti, ni culpabilices a nadie de que no puedas cambiar.

Invaliditis:
Dentro de esta enfermedad para no saber provocar cambios y adaptarse a ellos están el: «Yo no puedo», «La empresa no va a ser capaz», «Tengo una serie de limitaciones», etc. Todos tenemos unas aptitudes mejores que otras, bien porque las hemos potenciado más o porque hemos tenido que trabajar más con ellas. Pero ¿porque siempre nos acordamos de nuestras aptitudes más abandonadas para no emprender un proceso de cambio?». Con tan sólo pensar más en todo lo bueno que poseemos y en como mejorar las aptitudes más aparcadas y necesarias para nuestro proceso de mejora conseguiremos cambiar.

Es importante primero identificar claramente que es lo que quieres conseguir, bien en objetivos personales o en retos empresariales y después identificar cuales son tus excusas que te impiden realizar las acciones que hayas fijado para llegar hasta tus objetivos. Recuerda en todo proceso de cambio que eres lo mejor de la humanidad. Eres Crogmañon y que por eso has sobrevivido. Eres bueno en adaptarte a los cambios.

El éxito personal y empresarial está en el lado opuesto a las excusas. Lo único que está entre los procesos de cambio y los objetivos es el valle de las excusas. Es curioso pero las excusas a pesar de ser negativas tiene algo muy positivo. Lo positivo es que si quieres encontrar una excusa para no cambiar siempre la vas a encontrar.