Todos queremos cambiar. Todos queremos mejorar. Todas las empresas quieren crecer. Todas las empresas quieren alcanzar mejores resultados. No hay que inventar nada nuevo ni ser innovador para que se produzca este proceso de mejora en las empresas y en las personas. Curiosamente las empresas que más mejoran son las empresas más centradas en las personas.

Se trata además de un proceso empresarial y personal que es de mejora continua, ya que una vez puesto en marcha es para siempre. Todos nacemos con este proceso de crecimiento desde el primer instante de nuestras vidas. Lo malo es, que dejamos de ponerlo en práctica, que en la educación no se permite realizarlo en su plenitud y que las empresas no permiten desarrollarlo a las personas que en ellas trabajan.

¿Cuál es este proceso? ¿Qué deben hacer las personas y las empresas para mejorar, para crecer?.

La definición del proceso de mejora es bien sencillo:

Aprender – Practicar – Errar – Corregir – Empezar de nuevo

 

1- APRENDER:
No todas las personas tenemos la misma capacidad de aprendizaje. Lo mismo ocurre en las empresas. ¿De que depende nuestra capacidad de aprendizaje? En cierta manera la zona de aprendizaje de las personas esta a caballo entre la zona de confort y la zona del pánico. Nuestra capacidad de aprendizaje será mayor o menor dependiendo principalmente de dos factores:

– Capacidad para ser personas dinámicas:
Las personas activas, con más actividad, con más intereses son las personas más proclives a tener una capacidad de aprendizaje mayor. Cuanto más activo eres, mayor capacidad para vivir experiencias diferentes, y por tanto mayor capacidad para aprender más. Las empresas más estáticas desarrollan menos procesos novedosos y se quedan durante más tiempo estancadas en su zona de confort porque les va bien o porque al irles mal el miedo les deja paralizadas para nuevos procesos de mejora.

– Capacidad para afrontar los miedos:
Las personas más orientadas al riesgo, más seguras ante la incertidumbre son personas con una zona de aprendizaje mayor. Las empresas que más arriesgan tienen desarrollada una mayor capacidad de aprendizaje. Esta mayor capacidad está también 100% relacionada con la capacidad para afrontar las críticas de terceros. Las empresas que oyen pero que no escuchan las críticas son empresas con mayor evolución en el aprendizaje.

Lo que más daño hace al aprendizaje actualmente es la educación, una educación más centrada en conocimientos y no tanto en aptitudes. Más centrada en competitividad y no tanto en relación. ¿Y porque la educación es la que más afecta a este proceso de mejora personal y empresarial? Por dos motivos principalmente. En primer lugar porque todo este proceso de mejora está centrado en personas y en concreto en aptitudes y no está centrado en conocimientos. En segundo lugar, porque es la educación la que provoca un corte radical en nuestro proceso de mejora continua, ya que todos nacemos con capacidad para desarrollar y para poner en práctica este proceso y la educación hace que muchas personas dejen de ponerlo en práctica y por tanto dejen de trasladarlo posteriormente a sus actividades empresariales.

 

2- PRACTICAR:
La práctica lo es todo. Sin práctica no se asimila lo aprendido. Sin poner en practica, las empresas no pueden obtener resultados. Para poner en practica no tenemos límites, pero si gran cantidad de limitaciones, limitaciones personales y limitaciones del entorno. Es necesario darnos cuenta que venciendo las limitaciones podemos alcanzar cualquier resultado.

Las limitaciones personales son mayores o menores dependiendo de nuestros miedos al ridículo, al que dirán o a la penalización social de errar. Las limitaciones empresariales son mayores o menores dependiendo de nuestra mayor o menor orientación a una gestión interna más centrada en las personas y en los procesos de cambio y de creación en equipo.

Para poder pasar a la práctica, es necesario dejar que el proceso creativo de la divergencia aflore tanto a nivel individual como a nivel de equipos en las empresas. Cuánto más libre es una persona para tener y aportar ideas, mayor libertad tendrá seguro también para poder llevar a la practica las mismas.

3- ERRAR:
Dentro del error está la mayor limitación personal y empresarial. Las organizaciones que permiten errar a sus trabajadores para que del error surjan nuevos procesos de aprendizaje y con ello innovación y mejora, son organizaciones con mayor capacidad de crecimiento. Los mejores procesos de enseñanza del mundo son aquellos que están centrados en permitir a las personas equivocarse para poder hacer una lectura posterior del error para mejorar en nuevos procesos de puesta en práctica.

Y si, como dice esa ya conocida frase: “Unas veces se gana y otras se aprende”. El que no lo crea así, es que que tiene el yugo de las limitaciones de la equivocación y por tanto no se verá con capaz de mejorar.

Da igual lo que digan los demás, da igual que otras empresas se equivoquen menos, da igual que cuando estás aprendiendo seas el que más errores cometes. Si eres capaz de equivocarte más, probablemente eres el que más estas experimentando. Y qué casualidad que cuanto más se experimenta, más innovacción aparece y mejores resultados se obtienen.

Que curioso que a las personas que mejor les va en la vida son las que más veces se han equivocado. y qué curioso que las empresas más innovadoras son las que más veces han fallado.

4- CORREGIR:

Debemos ser conscientes de que el error va a existir. Es por ello que también nos podemos adelantar al mismo y preparar a nuestras empresas  y a nosotros mismos para tener la agilidad suficiente para corregir errores. Habrá errores que se corregirán sobre la marcha con pequeños cambios y habrá otros errores que requerirán planteamientos completamente nuevos.

La capacidad para corregir esta íntimamente relacionada con la capacidad para cambiar. Cuanto más nos digamos en una empresa “Las cosas siempre se han hecho así en esta organización” peor nos irá.

 

 

5- EMPEZAR DE NUEVO:
Es muy importante ejercitar todas las aptitudes anteriores, pero no es menos importante tener la capacidad de no darse por vencido y a pesar de la magnitud del error, del numero de errores, de las criticas de los demás seamos capaces, no de empezar de nuevo, sino de seguir de nuevo con todo el proceso de mejora continua. Nunca es tarde para volver a empezar. Cualquier empresa por muy malos momentos que está pasando, puede volver a empezar y hacerlo mejor.

Si mantenemos despierta nuestra capacidad de aprendizaje, si somos capaces de divertirnos aprendiendo (y sí, también en las empresas) seremos capaces de mejorar. Suelen decir que lo que no te divierte no se aprende. Es por ello que debemos reflexionar si todo lo que hacemos nos divierte y todo nuestra actividad profesional nos divierte. En las empresas no se debería concebir una presentación comercial aburrida, una demos de producto triste o una reunión de trabajo que no fuera divertida. La diversión y el rendimiento no son enemigos sino todo lo contrario.

¿Eres capaz de recuperar este proceso de mejora en tu vida personal? ¿Los procesos de tu organización siguen este modelo de crecimiento? ¿Vas a realizar algún cambio dentro de vida o de tu empresa?