Carta a la Confianza

Querida Confianza,

siempre estás ahí.

Cuando era pequeño todo en mí era confianza.

Sobre cualquier palabra

yo era todo confianza.

No tenía poca o mucha confianza,

tenía simplemente confianza.

Querida Confianza,

no entiendo porque se piensa

que la confianza es algo que podamos

emplear una veces sí

y otras veces no.

No entiendo porque se cree que podemos

poner un poco de confianza

o mucha confianza en nuestras acciones.

Querida Confianza,

con el paso de los años,

he aprendido que la confianza es algo innato

en nuestras aptitudes.

He aprendido que la confianza se tiene o no se tiene,

pero que no hay termino medio.

He aprendido que la confianza es delegar en otros

y respetar las decisiones de otros.

Querida Confianza,

¿Que sería de nuestros sueños

si para conseguirlos empleáramos la confianza?

Quiero que sepas que he conocido

la confianza en uno mismo y en sus fortalezas

y la confianza en los demás y en sus acciones.

Querida Confianza

Si confiáramos más en nosotros mismos,

lograríamos esos sueños inalcanzados.

Si confiáramos más en los demás,

lograríamos esas metas queridas.

Es por ello que quiero volver a conseguir

que estés a flor de piel de nuevo

entre mis aptitudes en la vida.

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