Un pescador bajo de su bote con varios atunes amarillos que había pescado y un banquero que pasaba elogió la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había llevado pescarlos.

El pescador contestó que solo un poco de tiempo, ante lo que el banquero pregunto por que no pescaba más tiempo para lograr más producción.

El pescador le dijo que con lo que pescaba era suficiente para alimentar a su familia; y el banquero preguntó que hacia el pescador con el resto de su tiempo.

El pescador dijo, “Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, echo la siesta con mi mujer, voy todas las noches al pueblo donde bebo vino y toco la guitarra con mis amigos. Tengo una vida ocupada y amena.

Entonces el banquero le dijo, «Creo que puedes mejorar. Deberías gastar mas tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes y así eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros”

“En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador Y eventualmente abrir tu propia procesadora”

“Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este «mugroso» pueblo e irte a la capital donde gestionarías tu empresa en expansión».

El pescador preguntó: «Pero, cuanto tiempo se tardaría en todo eso?», y el banquero le contestó: “Entre 15 y 20 años”. A lo que el pescador replicó: “Bien … ”¿Y luego qué?»

El banquero respondió: «Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, dormir la siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde podrás beber vino y tocar guitarra con tus amigos libre de preocupaciones».

El pescador finalmente respondió: “¿Acaso eso no es lo que tengo ya?

 

Durante nuestro proceso de vida profesional y personal es necesario saber identificar cuando tenemos la calidad de vida que deseamos para realizar todo aquello que de verdad queremos conseguir. Muchas veces queremos definir lo que es en realidad la calidad de vida, bien comparándola con la que otras personas definen que es la calidad de vida para ellos o bien comparándola con los patrones standard de lo que dicen que es la calidad de vida.

La calidad de vida es algo que es difícil de definir pero que se sabe perfectamente cuando se tiene o cuando no se tiene. Nos han enseñado que hay que conseguir grandes éxitos profesionales y que éstos además, la mayor parte de las veces, deben estar relacionados con el dinero, con un puesto importante profesional o con trabajar para una multinacional de renombre.

La calidad de vida se debe tener durante todo nuestro proceso de vida profesional. Esto hará que obtengamos en nuestros trabajos mejores resultados.

Desde los procesos de la educación nos han formado para trabajar y para tener éxito profesional, pero no nos han enseñado a disfrutar. Lo que ocurre es que muchas personas en el desarrollo de su actividad profesional se olvidan completamente de vivir.

Introduce en tu dia a dia algún objetivo personal
Cada día es único y especial y por tanto debemos disfrutarlo al máximo. No es necesario que sea fin de semana, que estemos de puente o que tengamos vacaciones para que hagamos algo que de verdad nos apasiona. Si nos gusta el deporte, siempre debiera haber tiempo para salir a correr, ir al gimnasio un rato o salir en bicicleta si el tiempo acompaña. De la misma forma, siempre debería haber tiempo para para tomar algo con un amigo, quedar con la pareja para dar una vuelta o disfrutar en familia de la cena diaria. Lo mismo para cualquier hobby que nos apasione.

Si somos capaces de incorporar lo que nos gusta en nuestro día a día siempre tendremos unos mejores resultados en nuestro trabajo y seremos altamente más productivos.

Disfruta del viaje no del destino
El equilibrio entre el trabajo y el ocio aplicado todos los días de nuestra vida profesional va a permitirnos disfrutar de todo el camino y no sólo del destino final. Ya no estaremos pensando en posponer lo que nos gusta para cuando finalice nuestra vida profesional, sino que iremos disfrutando de cada día de nuestra actividad profesional.

Una vez conocí a una persona que me comentaba que por segundo año consecutivo iba a repetir el viaje por las provincias andaluzas que realizó el último año. Cuando me lo comentó, lo primero que pensé es que le habría encantado y que por eso repetía el mismo viaje. Sin embargo lo que me respondió fue: «Es que me equivoque». Al yo preguntarle en que se equivocó, me respondió que se había focalizado tanto en los destinos, en estar cada día en una ciudad, el ver ciertas cosas concretas que se había olvidado de disfrutar del viaje. Que esta vez lo que quería era disfrutar de cada momento sin estar obsesionado con el numero de ciudades a visitar ni con el número de destinos a ver.

¿A quién no le pasa esto también en su día a día profesional? Hay personas que se olvidan de disfrutar de su trabajo y que se olvidan de hacer lo que les gusta cada día. nos ponemos tantos objetivos diarios en nuestro trabajo que nos pasamos el día entero para intentar cumplirlos olvidándonos por completo de disfrutar de cada pequeña tarea profesional que realizamos.

La diversión y el trabajo son compatibles.
Hace años trabajando en una empresa cliente el responsable de nuestra empresa nos llamaba la atención cada vez que comentábamos algo con otro compañero que no tuviera que ver directamente con la actividad profesional. Esta mentalidad sigue viva en muchas empresas donde parece que el ver sonreir a las personas durante su trabajo, o el crear cada cierto momento elementos de distracción divertidos entre ellas puede afectar a los resultados. Nada más lejos de la realidad. Hay estudios que ya demuestran que las personas que se ríen y que se divierten trabajando con sus compañeros, proveedores o clientes obtienen unos mejores resultados.

¿Tienes la calidad de vida que deseas cada día de tu actividad profesional? Hay que ser mas como el pescador y menos como el banquero.

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